
Hay quien dice que la legumbre y el picante son malos acompañantes, pero también os digo que si no estáis acostumbrados a que vuestra flora intestinal digiera legumbres… ¡por algo habrá que empezar! Aún así, si quieres gozar este plato, y digerirlo mejor, te invito a que lo acompañes con algún probiótico tipo chucrut, kimchi… o beber en antes de comer (en ayunas) un poco de kéfir de agua o kombucha para facilitar el trabajo a tus bacterias ;-D
Ingredientes:
- 1/2 cucharadita de comino en grano
- 1/2 cucharadita de semillas de cilantro
- 3cm de jengibre
- 1 cucharada de AOVE
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 1 clavo molido
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de Garam Masala
- 2 piparras
- 400g de garbanzos cocidos
- 250g de tomate triturado
- Media cucharadita de sal
Preparación con 316Ti (Titanio)
Precalentamos la sartén u olla al 70%, y cuando esté bien caliente, apagamos el fuego y tostamos el comino y las semillas de cilantro. Reservamos.
Encendemos el fuego y añadimos el aceite de oliva, y bien picaditos la cebolla, el ajo, el jengibre. Rehogamos durante 5 minutos.
Añadimos las piparras picadas, la cúrcuma, el clavo, la sal, el tomate, el Garam Masala y los garbanzos cocidos. Cocemos durante 5 minutos más, servimos ¡y a disfrutar!
Si os gusta el cilantro, podéis añadirlo a la hora de servir. Si sois muy enemigos del hierbajoquesabeacolonianenucohastaqueteacostumbras, probad con perejil, que no sale nada mal 😀
Si queréis suavizar el sabor, después de los últimos 5 minutos de cocción de los garbanzos, podéis añadir un poco de leche de coco y remover durante 3-4 minutos.
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Un abrazo enorme,
Eva